Cierro el telón de un día esplendoroso, constante y cierto como un amanecer permanente. El loco del Iván exagerando sus emociones y golpeando fuerte con las palabras. Todo resuena como en el tutti de un grupo sinfónico enloquecido como el insaciable publico que lo escucha con un frenesí hecho totalidad.
En la mañana y en la tarde todo parecía igual pero distinto.
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